EL BARRIO PAN DE AZUCAR DE
BUCARAMANGA, adoptó, a mediados de los años 60, el nombre del
icónico ‘morro’ de Río de Janeiro, ese que está situado en la boca de
la bahía de Guanabara y que fue bautizado de la siguiente manera: Pan
de Azúcar.
este sector fue levantado, de manera precisa, sobre un terreno
que sobresale en la parte suroriental de la Comuna de Cabecera del
Llano.
La Firma Urbanas, cuando lideró la construcción de este barrio,
comparaba esa imponente montaña con los bloques de azúcar que se
fabricaban durante los siglos XVI y XVII para facilitar el envío de
ese producto desde América a Europa.
Incluso, durante años, allí sobresalieron las simpáticas letras ‘P de
A’, que en ese entonces no eran otra cosa que el letrero que les
avisaba a los bumangueses del nacimiento del nuevo sector.
Este es un lugar tranquilo. Se vive en medio de un ambiente campestre.
Además, los habitantes son muy unidos y trabajan para cuidar su
entorno.
Casi todas las viviendas están bien arregladas, sin contar que Pan de
Azúcar está situado en un verdadero ‘pulmón ecológico’ de la meseta de
Bucaramanga.
Por allí no se registran mayores congestiones vehiculares, entre otras
cosas, porque la ubicación del barrio lo mantiene casi que escondido
entre la espesa vegetación del referido cerro oriental de nuestro
municipio.
Y de manera precisa por su ubicación estratégica, se ha convertido en
un paso obligado de los caminantes.
La verdad es que desde allí se desprende una gran variedad de atajos
que comunican al barrio con diferentes haciendas y áreas vecinas,
enmarcadas con hermosos senderos que han sido diseñados por la
comunidad.
Sinopsis del barrio
Nombre: Pan de Azúcar.
Comuna
a la que pertenece: La N° 12.
Ubicación: La parte baja se ubica
entre las carreras 51 y 56, con las calles 50 y 53.
Sectores
vecinos: Los Cedros, El Jardín, Las Terrazas y La Floresta.
Fundación:
Entre 1966 y 1967.
Residentes más antiguos: Estela Uribe, Marina Gómez de Melo, Alberto
Ramírez, Mario Gutiérrez (q.e.p.d.), Blanca Pieruccini (q.e.p.d.),
Efraín Sánchez, Florelba Orduz, Blanca de Sanín, Jorge Contreras,
Benito Rodríguez, Sara Barajas y la familia Machado, entre otros
hogares.
Número de casas: 121 en la parte baja y otras 80 en la zona alta. El
dato no incluye a los apartamentos que se han construido durante los
últimos años.
Población: Según el censo oficial de 2005, allí viven 919 personas.
Estratos: 4 y 5.
Código Postal: 680003.
Organismo cívico: La Junta de Acción Comunal, la cual está presidida
por Josefina Torres.
Sitios de recreación: Se cuenta con un parque infantil, una cancha de
baloncesto y otra de microfútbol.
Principales avenidas: Las carreras 49 y 50, interconectadas por una
tradicional glorieta de Cabecera del Llano.
Establecimiento educativo: Queda cerca de la Universidad Autónoma de
Bucaramanga.
Capilla: La comunidad católica frecuenta el famoso Oratorio de Pan de
Azúcar, habilitado en un espacio del salón comunal. El sacerdote que
preside las Eucaristías en ese lugar es el de la parroquia Cristo
Resucitado; es decir, el Padre Carlos Camacho.
Problemas más neurálgicos: La inseguridad; las pocas frecuencias de
Metrolínea hacen que los pasajeros se vean en aprietos para
movilizarse; las elevadas tarifas de los servicios públicos; y el mal
estado de los andenes y demás áreas peatonales.
Algo de historia
‘P de A’ eran dos gigantescas letras que durante años dominaron el
horizonte suroriental de los bumangueses.
Todo el que levantara su mirada hacia lo más alto de la comuna
Cabecera contemplaba la sencillez de esas singulares letras, las
cuales reflejaban las iniciales del nombre del barrio que allí se
edificó: Pan de Azúcar.
Transcurría la década de los años 60, cuando ese cerro era una virgen
montaña, en donde solo se anidaban los halcones del recuerdo.
Esta montaña se mantuvo intacta hasta cuando Urbanas decidió construir
viviendas en la zona.
Para entonces, el Instituto de Crédito Territorial se había inventado
la particular forma de construir viviendas bajo la modalidad de
‘terceras partes’, que no era otra cosa distinta a la de adecuar
barrios ‘a pedazos’.
Entre 1966 y 1967 ya estaba en marcha el proyecto de desarrollo
urbanístico en el cerro de Pan de Azúcar, en donde predominó el diseño
arquitectónico de grandes casonas, que permitían a las familias
disfrutar de una de las mejores panorámicas de la ciudad.
El barrio se diseñó inicialmente para los hogares de los empleados de
la Empresa Licorera de Santander, pero finalmente se vendió por lotes
a otras personas.
Se vende casa en pan de azúcar 280 m2 Casa de un solo piso
Frente 10 metros
La famosa ‘P de A’ fue devorada. Cuentan que esas letras fueron a
parar al borde pedregoso de un picacho desigual del cerro que, pese a
los años, sigue siendo una de las escaleras que conduce al ‘cielo de
los bumangueses’.
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